sábado, 12 de febrero de 2011

La Relación de las Instituciones de Educación Superior y la Sustentabilidad












Es imprescindible que las Universidades, los Institutos y Colegios Universitarios se comprometan con las alternativas de crecimiento sostenible, no solo a nivel teórico, el desarrollo de la práctica es lo deseable y necesario.

Desde enero del año 2005 estamos en la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible, según la resolución 57/254 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de diciembre de 2002, por lo cual es ineludible que todos los educadores formen a los futuros profesionales con una responsabilidad y conciencia acerca de la situación planetaria y los efectos que sus ejercicios profesionales pueden causar al ambiente.

La educación que debe impartirse en las Instituciones de Educación Superior, debe ser participativa, donde el estudiante tenga contacto directo con su entorno, donde participe la comunidad, de modo que pueda diagnosticar la situación problemática que se vive por contaminación por desechos residenciales, por trafico, por urbanismos desorganizados, por la tala y quema indiscriminada, por el derroche de los recursos naturales, entre otros. Igualmente, es importante el contacto directo con la industria, de forma que el estudiante pueda estar al tanto de la influencia que tienen los procesos empresariales con el mejoramiento o la destrucción del ambiente.

La Universidad debe egresar profesionales integrales, que cumplan con las exigencias del mercado laboral, que asuman un papel reflexivo y afectivo con la situación alarmante que estamos viviendo de cambio climático, de agotamiento de los recursos naturales, del crecimiento sin control. Es inaceptable la formación de jóvenes que estén exentos de la crisis ambiental del presente, que desconozcan las nuevas alternativas de producción sostenible, que no se sientan responsables e interesados por la problemática.

El papel de las Instituciones de Educación Superior es divulgar, a todo su personal, información relevante, suficiente, veraz y actual sobre la crisis ambiental, para lograr la identificación con la realidad que se vive. Debe actuar, incluyendo dentro de su planificación académica, talleres, foros, conferencias, entre otros, relacionadas al tema. Debe ser ejemplo de lo que profesa, en el contexto universitario se deben desarrollar proyectos sostenibles, donde participe los docentes, estudiantes, obreros y personal administrativo, apoyados por la dirección. Debe crear mecanismos de incentivos para proyectos de innovación tecnológica sostenible, involucrando a la comunidad, industria, otras universidades, medios de comunicación, etc. Es obligatorio que los docentes estén prestos, capacitados y sensibilizados para ser multiplicadores de las nuevas alternativas de sustentabilidad.

La Universidad debe ir eliminando los obstáculos que impiden un acercamiento a la conciencia del estudiante, como lo es dar igual importancia a la ciencia con impacto o relevancia social; establecer un equilibrio de importancia entre el conocimiento y la experiencia, ya que estos no pueden separarse; el proceso pedagógico debe ser de transmisión o transferencia de conocimiento y de transformación o cambios en la sociedad; es urgente consolidar y analizar los valores y deben transmitirse en el proceso de enseñanza – aprendizaje; no solo debe inculcarse, en los alumnos, sobre las necesidades del mercado o los aspectos de rentabilidad, la sustentabilidad no limita la ganancia, al contrario la multiplica, por lo cual no debe ser vista como el “relleno” en el diseño curricular sino como un eje transversal y debe estar vinculada a todas las asignaturas.

La Universidad como una de las fuentes principales del conocimiento, debe desempeñar un rol primordial en la formación del nuevo ciudadano, que el planeta necesita, con unos valores y principios sólidos e inalterables, ese nuevo ser humano debe ser innovador, respetuoso, amante de la naturaleza, inteligente, consiente, sensible, que ame al prójimo y con una nueva visión del crecimiento económico e industrial.

Investigación y Sustentabilidad

El calentamiento global, el agotamiento de los recursos naturales y a su vez las exigencias de los mercados internacionales son factores que influyen directamente en el crecimiento actual de los países.

El crecimiento económico e industrial sustentable es un desafío para los países del mundo, ya que para garantizar que el planeta exista para las futuras generaciones deben innovarse planes o ideas verdes transformadas en negocios sustentables. Es un nuevo y competitivo contexto que requiere de profesionales capacitados, actualizados y conscientes de la crisis ambiental, capaces de incorporar nuevas tecnologías y practicas ambientales y crear soluciones verdes en beneficio del desarrollo sostenible.

De lo anterior, la importancia de las Instituciones de Educación Superior de formar a los profesionales que se necesitan. La Universidad no puede ser reacia al cambio, y en esa dirección debe fortalecer sus propuestas en materia de utilización más eficiente de los servicios, áreas verdes, manipulación de basura y residuos, mantenimiento de vehículos e instalaciones, procedimientos administrativos, entre otros. Debe identificar, analizar e implementar las mejores opciones sustentables para su propio desarrollo y para crear la conciencia en la comunidad universitaria.

En este sentido, la Universidad debe fortificar la investigación, sin embargo para obtener resultados satisfactorios la investigación debe estar acompañada de la formación del personal y de la acción (Triangulo de Kurt Lewin – Investigación Acción). Los trabajos de investigación deben fomentar el trabajo integral de especialistas de diversas áreas del conocimiento para atender temas transversales de la sociedad.

Es necesario el intercambio de conocimientos e investigaciones entre estudiantes, docentes, Universidades, entre países, se debe construir una nueva forma de hacer y enseñar, este es uno de los mayores retos de las Instituciones de Educación Superior, de modo de lograr ser parte de la solución de la crisis planetaria. Como docentes debemos contribuir en una nueva sociedad ambiental, justa social y económicamente, que permita el desarrollo del buen vivir, donde exista la igualdad, solidaridad y el bienestar actual y futuro.

miércoles, 9 de febrero de 2011

http://www.revistafuturos.info/futuro_1/teresa1.htm
http://www.cienciasyfuturo.unam.mx/download/presentacion/01_03_04.pdf
http://verde.latam.msn.com/

Aunque Ud. no lo crea ! ...

La ciencia busca manipular el clima, la Royal Society de Londres reúne a los principales científicos del planeta para discutir la posibilidad de modificar artificialmente la atmósfera y evitar así el impacto del cambio climático.

"Geoingeniería"

Los científicos se preparan para lo peor: si los intentos para reducir el impacto del cambio climático no funcionan debemos buscar soluciones alternativas, como la geoingeniería o la modificación artificial de las condiciones atmosféricas del planeta.

Las últimas técnicas están siendo sometidas a debate este martes por una conferencia científica de la Royal Society, el prestigioso colegio de científicos en Londres.
A pesar de todas las charlas y de todo lo que se ha hablado acerca del cambio climático, los esfuerzos globales para reducir las emisiones de CO2 no han sido -por el momento- lo suficientemente exitosos para detener sus posibles efectos nocivos.
"No hay ningún escenario creíble de emisiones en la que la temperatura global alcanzará su máximo y comenzará su declive para 2100", afirma el informe Geoingeniería del clima: ciencia, gobernanza e incertidumbre, publicado el año pasado por la Royal Society del Reino Unido.
"A menos que los futuros esfuerzos para reducir las emisiones de los gases invernaderos sean más exitosos de lo que han sido hasta ahora, serán necesarias acciones adicionales en forma de geoingeniería para enfriar el planeta".
Pero ¿qué es la geoingeniería, cuáles son sus riesgos y, debemos o no utilizarla en nuestro beneficio?

Según la Royal Society, la geoingeniería es la manipulación a gran escala del medio ambiente y las condiciones atmosféricas planetarias para contrarrestar las consecuencias del cambio climático generadas por causas humanas.
Se desconoce los efectos a gran escala que podría traer para el clima modificar alguno de estos componentes. Son opciones arriesgadas y su puesta en marcha sería compleja por el requerimiento de coordinación internacional.
A continuación alguna de las técnicas más llamativas:

1. Aerosoles estratosféricos
Una de las formas de evitar el calentamiento global sería dispersar los rayos solares que llegan a la tierra de vuelta al espacio y no dejarles penetrar en nuestra atmósfera. Una amplia cantidad de partículas podrían ser liberadas en la estratosfera con ese objetivo.
Algunos científicos estiman que desviar un 2% de la luz solar en los sitios adecuados del planeta (como el Ártico) sería suficiente para compensar el efecto global de duplicar las emisiones de CO2 en el ambiente que existe en la actualidad.
Las ideas sugieren, por ejemplo, enviar aviones súper jumbos a la parte alta de la atmósfera y depositar nubes de partículas infinitesimales de sustancias como sulfuro de dióxido o ácido sulfhídrico.
También se contempla la posibilidad de construir microglobos que reflejen el sol de vuelta al espacio.
Finalmente otra de las ideas habla de realizar mediante la ingeniería unas partículas que tuviesen una mayor vida y que pudieran reducir el impacto del aerosol en los procesos químicos de la capa de ozono.

2. Siembra o creación de nubes artificiales
La manipulación ingeniera de la atmósfera pasa por sembrar más nubes para tener más control del tiempo y cambiar o controlar el tipo de precipitaciones que se producen y las zonas donde tienen lugar.
La siembra de nubes implica el uso de yoduro de plata o hielo seco (dióxido de carbono congelado) que acelera los procesos físicos naturales por los que se produce la lluvia.
Otras de las ideas consistirían en insertar sal en las nubes con el mismo objetivo.
El científico de la Universidad de Edimburgo Stephen Salter propone construir barcos de 300 toneladas que podrían pulverizar gotas de agua del mar en la atmósfera para crear estratocúmulos, o grandes bloques de nubes, en un intento no de crear nuevas nubes sino de potenciar la actividad de las que ya existen.

3. Reflectores espaciales
Algunas de las ideas más increíbles, propias de una película de ciencia ficción, se agrupan en esta categoría.
La idea es reducir la cantidad de energía que alcanza la Tierra al posicionar mecanismos que actúen como para soles o sombrillas que reflejen en el espacio la radiación solar.
Las técnicas que se barajan van desde un refractor hecho en la Luna de un millón de toneladas de cristal, una red superfina de aluminio o un enjambre de 1.000 billones de pequeños espejos lanzados al espacio en cantidades de un millón cada minuto en los próximos 30 años.
Los costos de esta opción son en muchos más casos más altos que otras alternativas, por la dificultad técnica que implica hacer una instalación solar.

4. Aceleración de la meteorización
Los científicos están experimentando con distintas técnicas para promover las reacciones naturales de CO2 del aire con rocas y minerales, de forma que ciertos materiales puedan almacenar o consumir mucho más CO2 que lo harían de otro modo.
El dióxido de carbono se elimina naturalmente de la atmósfera de forma natural por el proceso de mineralización o disolución del carbonato y las rocas ricas en silicatos, la forma más común de rocas en la Tierra, que reaccionan con el dióxido de carbono para formar carbonatos (consumiéndolo en el proceso).
Otras técnicas incluyen el uso de cultivos que absorban más CO2 y reflejen menos en la atmósfera o modificar la alcalinidad u otros químicos en los océanos.

5. Fertilización de los océanos
Una de las opciones que se ha considerado durante mucho tiempo es añadir más hierro a los océanos. Se sabe desde hace tiempo que el océano es uno de los mayores receptores del CO2 global, lo captura de la atmósfera y lo secuestra en sus profundidades.
El crecimiento de las algas marinas y de fitoplancton es el responsable directo de la captura del dióxido de carbono de la atmósfera. Pero el crecimiento de este tipo de plantas se ve limitado por la falta de componentes nutricionales en las aguas marinas.
Añadir algunos de estos componentes, como hierro o nitrato para estimular el crecimiento de estas plantas podría ser una forma de acelerar la captura de CO2 de la atmósfera.
Las plantas toman el dióxido de carbono cuando están en proceso de crecimiento y, una vez que mueren, se lo llevan consigo al fondo del océano.
Sin embargo el informe de la Royal Society afirma que ésta es una de las técnicas con menor potencial porque no se ha comprobado que realmente sea efectiva y porque podría tener efectos secundarios medioambientales indeseados.

6. Grandes reflectores terrestres
El objetivo de modificar el albedo (la relación entre la radiación que cualquier superficie refleja sobre la radiación que incide sobre la misma) terrestre es convertir al planeta entero en un lugar más brillante de forma que refleje la radiación solar de vuelta.
Por ejemplo, se trataría de eliminar los árboles en paisajes llenos de nieve para que el reflejo de este elemento natural devuelva y no absorba los rayos del sol.
Las técnicas para modificar los albedos se centran por tanto en determinadas áreas, urbanas, el desierto o zonas de cultivo y tienden a estar localizadas en el espacio. Como resultado, su efectividad dependería de la cantidad de sol que alcanza la superficie.
El informe de la Royal Society afirma que esta sería una de las técnicas menos efectiva, más cara y cuyos efectos para el entorno y el impacto en el tiempo de cada región podría ser muy serio.

7. Secuestro y captura de carbono
El secuestro y capturo de carbono es una de las tecnologías energéticas que podría cambiar el futuro. La idea consiste en secuestrar el dióxido de carbono generado en las plantas de combustión eléctrica, y transportarlo a los lechos marinos o a lugares donde se produzcan las condiciones geológicas necesarias para poder almacenarlo y enterrarlo durante millones de años.
La captura del dióxido de carbono se produciría mediante procesos químicos muy costosos y en los que se centra parte de la investigación para mejorar esta técnica en la actualidad. Su alto costo y lentitud en eliminar el CO2 de la atmósfera lo hace una técnica no demasiado prometedora, según la Royal Society.
También existe incertidumbre frente a las posibles consecuencias naturales de un escape o fuga.

8. Árboles artificiales
Los árboles y otras plantas naturales son los principales encargados de limpiar el CO2 de la atmósfera terrestre, al absorber el CO2 y lo almacenarlo en sus tejidos.
Los científicos han conseguido recrear ese proceso con el diseño de árboles sintéticos capaces de capturar mucho más CO2 que los naturales, convirtiéndolos en un arma contra el calentamiento global.
Los árboles artificiales son en esencia torres de alta tecnología con materiales especiales absorbentes que resulta hasta 1000 veces más rápido que el proceso natural.

9. Depuradores gigantes de CO2
Similar a la técnica utilizada en la captura y secuestro del carbono, la captura de dióxido de carbono procedente de procesos industriales para producir un aire limpio que puede utilizarse o desecharse constituye una de las técnicas más prometedoras porque ya han resultado probadas en algunos casos y tecnológicamente podrían ser desarrolladas.
En la actualidad ya existen sistemas comerciales que eliminan el CO2 del aire para utilizarlo en otros procesos industriales o sistemas que toman gases de combustión emitidos por mecanismos como recicladores de transbordadores espaciales, sumergibles o depósitos de baja presión.
Pero estos no han sido probados en gran escala y permanece la duda si se podría llevar a cabo de una forma en que el costo fuese viable.

10. Provocar la erupción de volcanes
Una de las ideas más arriesgadas que se barajan, aunque se desconoce si podría tener consecuencias indeseadas, sería la provocación artificial de erupciones volcánicas. Todo se basa en la experiencia de la erupción del volcán Krakatoa, una de las más violentas ocurridas jamás en la historia, que envió enormes nubes de cenizas a la estratosfera reduciendo drásticamente la cantidad de energía solar que alcanzó la Tierra.
Como consecuencia de esta erupción y de este efecto la Tierra bajo su temperatura en 0,5 grados centígrados durante un año o más y esto afecto a los patrones de temperatura del globo durante varios años después de que se produjese.
Quizá la posibilidad de provocar la erupción de un volcán ilustra mejor que mucho de las anteriores el riesgo real de la geoingeniería.

Es una posible solución al problema pero sin conocer bien sus consecuencias ¿de verdad se quiere jugar con fuego?




La Ética Ambiental y la Formación del Nuevo Ingeniero en Mantenimiento

La actual circunstancia económica, social, ambiental, y política por la cual atraviesa el país, obliga a las instituciones, en especial a la educativa, a plantearse nuevos retos, revisar praxis y su accionar futuro, obligándola a interactuar con las demás instituciones y categorías para tratar de ser parte de la solución de la comunidad.

Sin embargo, es notorio como desde los inicios del nuevo siglo, se observan una demanda de educación superior sin precedentes, acompañada de una gran diversificación de la misma, y una mayor toma de conciencia de la importancia fundamental que este tipo de educación reviste para el desarrollo sociocultural y económico y para la construcción del futuro, de cara al cual las nuevas generaciones deberán estar preparadas con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales. La educación superior comprende "todo tipo de estudios, de formación o de formación para la investigación en el nivel postsecundario, impartidos por una universidad u otros establecimientos de enseñanza que estén acreditados por las autoridades competentes del Estado como centros de enseñanza superior". La educación superior se enfrenta en todas partes a desafíos y dificultades relativos a la financiación, la igualdad de condiciones de acceso a los estudios y en el transcurso de los mismos, una mejor capacitación del personal, la formación basada en las competencias, la mejora y conservación de la calidad de la enseñanza, la investigación y los servicios, la pertinencia de los planes de estudios, las posibilidades de empleo de los diplomados, el establecimiento de acuerdos de cooperación eficaces y la igualdad de acceso a los beneficios. La educación superior debe hacer frente a la vez a los retos que suponen las nuevas oportunidades que abren las tecnologías, que mejoran la manera de producir, organizar, difundir y controlar el saber y de acceder al mismo.
Deberá garantizarse un acceso equitativo a estas tecnologías en todos los niveles de los sistemas de enseñanza. Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción, 9 de octubre de 1998.

A su vez, los sistemas de educación son el ente encargado de instruir sobre los deberes que tenemos los ciudadanos para proteger el ambiente, ya que los problemas ambientales, no son producto de la fatalidad o casualidad, están relacionados directamente con las intervenciones humanas. Y estas presentan muchos componentes, no solo el económico, también el científico y el tecnológico, el político y jurídico, el social en su conjunto. Desde este punto de vista, hay que preguntarse por la naturaleza de las intervenciones o acciones humanas, es decir, por la forma como se originan y presentan dichas acciones con relación al medio ambiente. ¿Cuáles son las causas y/o consecuencias previsibles a corto, mediano y largo plazo? ¿Y qué podemos hacer al respecto? Son preguntas inevitables en un análisis ambiental, y que la ética incorpora como manera de preguntarse sobre la conducta de los hombres.

Es innegable los beneficios que ha traído para la humanidad el desarrollo científico-tecnológico, sin embargo este impulso ha utilizado a la naturaleza a tal extremo que ha liberado un peligro latente para la continuidad de algunas especies y de la vida en general. Desde el siglo XIX, y más intensamente después de la segunda guerra mundial, a medida que crece la ciencia y la tecnología, la relación entre la ética y el medio ambiente se vincula a una gran intranquilidad.

A través de la ética ambiental se debe formar el nuevo Ingeniero en Mantenimiento en el marco de una sociedad en transformación, con el fin comprender las limitaciones e impulsar un profesional productivo, competitivo, con una visión solida, clara, enmarcada hacia los valores de la conservación, no solo de los equipos, maquinarias e infraestructura de una industria, sino también de su medio ambiente.

La presencia, el sentir de la crisis ambiental, se aprecia en todo el mundo, la alarma en el desfase de los ciclos de invierno y verano, el aumento de la temperatura, por mencionar algunos. Esto puede formularse como una crisis de planteamiento ético de nuestras relaciones con el progreso científico, con los demás seres vivos y con nuestro mundo. Cuando prevalecen los derechos y se aminoran los deberes, tanto individuales como colectivos; donde todos exigen mejores servicios de transporte, electricidad, agua, combustible, aseo urbano, urbanismos, Universidades, Colegios, carro/persona; se acelera el deterioro del ambiente. Cuando crece sin control el sector industrial y urbanismos, se origina estragos en el ambiente y aumenta la crisis ecológica global.

Se deben crear mecanismos congruentes de integración que frenen la producción de gases de efecto invernadero, originados por las industrias sin control, por la deforestación improcedente, por el uso inadecuado de fertilizantes y herbicidas, por la adquisición de electrodomésticos de alto consumo de energía, por el uso descomunal de automotores, entre algunos. No bastan las declaraciones universales de derechos, son necesarias también las declaraciones universales de los deberes o responsabilidades morales, dentro del marco racional de la ética del discurso. Este es uno de los aportes fundamentales a la solución de la crisis ecológica, desde la proposición de la ética dialógica.

Es necesario desde los primeros años escolares educar a nuestros niños acerca de la importancia del cuidado al medio ambiente e ir profundizando en cada una de las etapas de formación académica. Igualmente, es indispensable comprometer al núcleo familiar para fomentar los modelos a seguir, los valores de ética, los principios, apartar el desinterés; crear y motivar la cultura de prevención. Es un gran error catalogar el tema ambiental como una moda, sí asumimos la definición “como algo pasajero”, caso contrario sí la definición es tomada desde el punto de vista estadístico la cual señala que moda es “el valor con una mayor frecuencia en una distribución de datos”, es decir, algo que se repite. Deberíamos ser estadistas, en el caso del ambiente, repetir, ahondar más, hasta crear conciencia en nuestros estudiantes universitarios.

No existe Universidad o Tecnológico venezolano, que oferte carrera que dentro de sus prácticas profesionales no altere, de una u otra forma el ambiente, por lo cual es fundamental la capacitación obligatoria en esta área. Tal es el caso de Ingeniería en Mantenimiento, carrera en la cual se distribuyen asignaturas de transformación de materiales y energía, donde se emiten gases tóxicos, se desechan residuos, se liberan aguas contaminadas, todos los procesos presentes en un proceso productivo y/o de servicio. Por lo cual es indispensable concientizar y adiestrar al estudiante para que sea un profesional integral no solo con conocimientos técnicos, sino también con valores y principios sólidos hacia el cuidado del medio ambiente y de la sociedad en general.